Luzbel sabía, entre muchas otras cosas, que tenía terminantemente prohibido enamorarse de un mortal. No era una penitencia que él mismo se hubiera puesto y, ciertamente, tampoco era algo que le importara porque aborrecía a la especie humana en cualquiera de sus aspectos; él podía ser irresistible ante la mirada de los demás, podía despertar los deseos más ocultos e impíos que guardaba hasta la persona más puritana, y era imposible que él se sometiera a la voluntad de un mortal porque esa no era su naturaleza. Luego aquella noche, en ese bar, tuvo la mala idea de sentarse junto a ese chico que se llamaba Lucas y compartir algo más que unos simples tragos. Entonces, y de mala manera, Luzbel se dio cuenta de que sucumbir a lo encantador que podía ser el amor, era aún más peligroso que cualquier otra cosa y que por más que lo negara, el diablo... también tenía debilidades. ______________ "El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio." 1 Juan 3:8 IMPORTANTE: No es necesario leer primero Ambrosía para entender Hidromiel, sin embargo, aquí encontrarás ciertas referencias y spoilers de Ambrosía.