A Ashton Coleman le gusta Adam Hankins, el chico perfecto; su mejor amigo, pero ella no es capaz de confesarle sus sentimientos por miedo a arruinar la amistad.
Sin embargo, un simple beso puede detonar un principio o el final.
No siempre conseguimos lo que deseamos y sí el destino juega en tu contra, puede decir que la vida está preparándote algo mejor, quizá a alguien más.
¿Has escuchado aquella frase?
Cuando una puerta se cierra, otra se abrirá.
No intentes forzar abrir la primera porque puede golpearte en la cara y ser bastante doloroso.
A veces es mejor dejar que todo fluya y se acomode por su cuenta, nunca se sabe que hay detrás de la otra disponible, puede ser incluso una agradable sorpresa al estómago... puede llegar a estimular a las mariposas.
Después de todo, la vida consiste en dramas, primeras veces, desilusiones, auto-descubrimientos, tropiezos, amores y amistades; personas que van y vienen.
Y en la etapa en la que todo es completamente blanco, negro o rosa, habrá dificultades que enfrentar, sueños que perseguir y un millón de mariposas que sentir.
«Imagina que una persona tenga el poder de hacerte sentir no solo una, sino un millón de mariposas. Estarás jodido».
®Derecho Reservados
Dos corazones que se anhelaban sin saberlo, secretos que pesan más que los suspiros, Jake y Sam, dos personas con el corazón herido que buscan solo una cura, al otro.
Un ciclo escolar que cambia sus vidas para siempre. Unidos por una conexión que desafía las barreras del tiempo, descubren que el amor puede florecer incluso en medio del caos familiar que los rodea.
Mientras ambos luchan por encontrar su lugar en un mundo donde sus caminos no pueden cruzarse, las cicatrices de sus familias y los fragmentos de un amor perdido los persiguen. ¿Es posible soltar a quien una vez fue tu todo, aun cuando el destino parece decidido a mantenerlos separados?
Una historia de amor, pérdida y segundas oportunidades que demuestra que, a veces, lo más valiente es aprender a decir adiós.
Pero, ¿Crees poder despedirte del amor de tu vida?