¿happy family?

Mi vida era perfecta, tenía todo lo que me hacía feliz, o al menos eso fue lo que pensé. Russell y to estábamos apunto de cumplir cinco años de matrimonio, nuestra pequeña hija de cuatros años, Makayla, ella le daba más sentido a nuestras vidas y hacía de nuestra pequeña casa en San Francisco, un hogar. Las cosas estaban en su lugar, Russell y yo planeábamos tener otro hijo, mudarnos a una casa más grande e incluso comprar una mascota, pero todo eso terminó siendo un sueño, un sueño en que siempre viví, cegada de mi realidad; pues cuando pensé que tenía la felicidad frente a mi, la perdí en un abrir y cerrar de ojos.
Russell ya no llegaba a casa después del trabajo, cada día el saber que tenía responsabilidades de padre le molestaba más, sus caricias y sus besos eran algo que no sentía hace meses, se distanció de mi, de Makayla, de nuestra familia... rompió algo que no le pertenecía solo a él sino a su hija y esposa también.