Aiden Reeves desapareció de mi vida un sábado por la noche y regresó un lunes por la mañana, tres años después. No le alcanzó con traer su odiosa presencia de vuelta, sino que volvió dispuesto a joderme, literalmente. Dicen que del amor al odio hay un solo paso. ¿Pero qué pasa cuando hay kilometros de distancia y muchos secretos de por medio? Créanme, odiarse nunca se sintió tan bien. // Contenido para mayores de 18 años.
43 parts