«Socorro, siento que la Vida se acerca.»
Marilyn Monroe era puro fuego, sexualidad a flor de piel, romances turbulentos; pero también era frágil, una mujer asustada y repleta de inseguridades que buscaba en otros —el Ex Deportista, el Dramaturgo o el Presidente— ese amor que ella misma se negaba. Una artista emblemática cargada de conflictos y temores, de pasiones desatadas; una niña que no dejó de huir hacia delante, y llegó a burlar a la propia muerte para convertirse en leyenda.
<<Escucho el ruido de las ambulancias, con atención, sabiendo que algún día una de ellas será para mí.>>