<< -Todo sería más fácil si me apartara -me dijo. -¿Y por qué no lo haces? -No lo sé... -respondió finalmente-. No lo sé... -repitió más bajo acercándo tanto su casa a la mía que podía respirar su aliento-. No lo sé... -susurró de nuevo apoyando su frente contra la mía. Me oí a mi misma tragar saliva y sentí que él hacía lo mismo. Tenía los labios entreabiertos, esos carnosos labios que me atraían como si de un imán se trataran. Iba a besarme, lo sabía, y deseaba que lo hiciera con todas mis fuerzas. La oscuridad alcanzó su rostro. Ya no podía verle.>>