Enamorarse es lindo, pero ser correspondido es algo mágico.
Emily tuvo que pasar por varias cosas antes de darse cuenta de que lo que sentía era erróneo.
En cambio, Luca nuca dudó de sus sentimientos y no se rindió.
El amor, la amistad y otras cosas del pasado trajo consigo acontecimientos que, ella hubiera querido evitar, no estaba en sus manos cambiar lo que ya había ocurrido, pero si podía hacer todo lo posible por estar bien.
Cuando no puedes dejar de lado el pasado, lo aceptas como es y le das paso a tu futuro...
La vida de los personajes cambia radicalmente y cada uno de ellos aprenden que no todo en la vida es fácil, que en algún momento deben salir de su zona de confort y enfrentarse a lo que sea para encontrar su bienestar.
Entre tantos conflictos todos luchan por recuperar la relación que tenían, esperando que vuelvan a ser los mismos que antes.
Algunas verdades salen a la luz y otras se quedan enterradas para cuidar el interés de cada familia.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.