La belleza no es más que una noción abstracta en la existencia de la humanidad, más allá de esta noción existen ciertos seres donde la belleza es infinita, seres maravillosos dispersos por el basto universo, divinidades que carecen de desperfectos. El encanto que radian hipnotiza todo, privando a aquellos capaces de verlos de su propia razón, dejándolos a merced del placer, placer que puede ser mal o bien intencionado. Es lamentable que no todos estos seres se deleiten con la paz, amor y gozo de la vida en el mundo, al contrario se complacen con el dolor y sufrimiento que corrompe al mundo. Uno de estos maravillosos seres es Asttarot, una mujer que logró encantar incluso a aquellos que se encuentran en la cima del universo, llevándolos a lo más alta de los placeres, llenandolos de regocijo para después soltarlos y deleitarse con su sufrimiento. EN PAUSA