Harry y Louis son mejores amigos desde niños, cualquiera que los conozca sabe que son prácticamente inseparables porque crecieron juntos, sin embargo, junto a ellos ha crecido un pequeño secreto: algo que va mucho más que una simple amistad pero que por ahora prefieren mantenerlo así.
Como de costumbre los días son iguales, no había nada que decir porque ante los demás es asi: son simplemente amigos. Pero, ¿quién sabe en realidad lo que sucede entre los dos? Si todas las noches fingen un adiós.
Y a decir verdad, no les molesta mantener ese pequeño secreto pero la adolescencia es complicada, pronto tendrán que atravesar la preparatoria y estar ocultando todo el tiempo: las miradas, los roces y las pequeñas sonrisas junto a lo que sienten será un jodido problema cuando las clases, las chicas y sus problemas familiares les roba todo el tiempo. Harry se siente en un maldito cliché por haberse enamorado de su mejor amigo pero no puede evitar no querer gritar el amor que se tienen, decir a todos que al cerrar la puerta se aman sin control, que despiertan abrazados con ganas de seguir entre las sábanas por el resto del dia pero es que en realidad no aceptan el amor que hay entre el chico de rizos y el chico de los pómulos.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.