CIERVO QUE SE ACICALA ╱ osasuna

⠀🏷◞ 𝘄𝗵𝘆'𝗱 𝘆𝗼𝘂 𝗼𝗻𝗹𝘆 𝗰𝗮𝗹𝗹 𝗺𝗲 𝘄𝗵𝗲𝗻 𝘆𝗼𝘂'𝗿𝗲 𝗵𝗶𝗴𝗵?

Entonces, se detiene. No lo hace por miedo, evita realmente que entre sus razones el miedo rebose más allá de los límites. Lo reduce a aprensión y lo maneja con cobardía. Y se mira en un espejo, su rostro se marca, sus ojos se oscurecen.

Es comenzar y nunca saber cómo terminar.

No hay ruido, tanto así que si dejara caer un alfiler imagina que podría escuchar el sonido que hace el metal al hacer contacto con el suelo de madera. Un espacio vacío lleno de palabras que simplemente se atascan, no hay porque seguir, no hay porque lamentarse. No hay porque profesar en un estaremos bien, de esos que sueltas con nostalgia enmascarada porque a veces la realidad es demasiado dura de aceptar.

Duele. "Así suelen ser las cosas, no se amerita de una realidad feliz para seguir viviendo." Dice, pero aún puede notar el vacio consistente en los oscuros ojos de su hermano, tan despejado como un desierto. Da paso a la oquedad, y entonces se pregunta si puede hacer algo bien después de haber fallado un millón de veces.

Cree aún tiene la oportunidad de intentarlo un millón de veces más.

No es que se haya rendido, no lo puede hacer cuando no hay a que aferrarse.

+ los personajes le pertenecen a Haruichi Furudate