Bruno Bucciarati nunca se había enamorado. Tenía sus intereses, pero nunca se había enamorado. Hasta que un nuevo proyecto para su banda le apareció. Leone Abbacchio le debía la vida a Buccciarati, lo consideraba perfecto en todos los sentidos, muy superior a él. Y Risotto Nero solamente quería divertirse. Pre Vento Aureo.