Se despertó un día con un terrible golpe y sangre seca en la cabeza, estaba tirada en el callejón detrás de un restaurante, no recordaba quién era ni de dónde venía.
Pronto descubrió a los otros niños que se ocultaban en los rincones del pueblo. Ninguno de ellos tenía nombre, pero sí muchas carencias.
Se convirtió en su líder, leyendo las etiquetas de la basura les dio identidad: Latte, Chai y Canela unieron fuerzas para sobrevivir, pero no era suficiente, había demasiados niños en la calle así que los adoptaron a todos, pronto fueron una legión que los habitantes del pueblo no pudieron ignorar.
Latte comenzó a preocuparse por su origen, vivía feliz pero era incierto saber si alguien la estaría buscando; así que inició su negocio de escuchar historias. Ya que Latte no tenía completa su vida, iba por allí escuchando la de los demás y ayudándolos a resolver sus inquietudes, o por lo menos lo intentaba.
Cuando ellas son tres hermanas hijas del líder de la mafia australiana, son secuestradas por su mayor enemigo la Bratva
Así que no tienen otra opción que pedirle ayuda a los tres hermanos líderes de la mafia italiana.
Pero cuando llegan a conocerse se desata una peligrosa atracción