-Vamos Fluke. No puedes esperar toda la vida al imbécil de Bosston, si no satisface tus necesidades en la cama, debes hacer la maldita llamada de una puta vez. Hazlo por tí, deja de pensar en él por una vez en la vida. Fluke miró con nerviosismo a su amigo y, resignado, marcó el número que éste le había entregado. El teléfono fue respondido de inmediato pero nadie habló. El castaño se aclaró la garganta y habló lo más claro que su temblorosa voz le permitió. -¿Disponible? Pasaron dos segundos, que para el castaño parecieron una eternidad hasta que escuchó la voz más ronca y sexy que jamás había escuchado. -Sí. Hoy a las 8 en punto, en el hotel "My blue" no llegues tarde. Estaré usando una camisa negra manga larga, un pantalón blanco y lentes oscuros. Recuerda realizar el depósito correspondiente antes de las 7. Hasta entonces.