La realidad es que no pensé enamorarme de alguien que estaba tan confundido como yo, ser la villana del cuento me encantaba, pero dejar de serlo para conseguir un final feliz es difícil; estaría renunciando a mis orígenes. Ben y yo nos hicimos mejores amigos, pero gran parte de Auradon pensaba que éramos novios, por como nos tratábamos y pasábamos gran parte del día juntos, todos conocían nuestra relación, hasta gente que ni yo sabía que me conocían, pero me importaba muy poco. Todo parecía ir bien, salíamos con nuestros amigos, hacíamos bromas, pijamadas los fines de semanas solo los dos, nos divertíamos estando en compañía del otro, hasta ese día. Mi madre me advirtió que mi relación con él no podía pasar de ser una amistad, puesto que él pertenecía a la realeza y yo era la hija de la villana más poderosa de la historia, la emperatriz del mal...Maléfica... es decir yo Mal... Todo comenzó cuando Ben regresó de pasar un curso en el extranjero, cuando volvió destrozado, con el corazón hecho pedazos, con el alma ahogada y totalmente confundido, no dudé en ejercer mi papel de mejor amiga y apoyarlo con lo que le estaba pasando. Recuerdo ese día perfectamente No se como pasó, pero mis sentimientos comenzaban a salir sin permiso alguno al pasar del tiempo y las confusiones me invadieron junto con la inseguridad de saber lo que es el amor...
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