Katsuki Bakugou, un chico bastante joven. A la edad de tan solo veinte, ya era un popular abogado y detective. Reconocido por los policías de alto rango, jueces y sobre todo el amplio internet. Su vida da un giro inesperado cuándo le otorgan el caso de Izuku Midoriya, un niño de tan solo cuatro años y medio de edad. El chico tenía antecedentes sospechosos, hasta el punto en el que la misma Policía desconfiaba del niño, puesto a que creían que este era capaz de mentir. Aquel caso tan misterioso cómo interesante se llevaría de él sudor y lágrimas. Pero no se rendiría hasta averiguar hasta lo último de aquella historia. Con lo que no contaba el rubio cenizo fue que al descubrir el obscuro secreto que el pequeño pecoso escondía detrás de sus torcidas sonrisas ya no sería capaz de vivir cómo solía hacerlo.