Sakura creía que todo en su vida era normal: trabajo, alguna que otra salida con las pocas amistades que tenía y una hermana que cuidaba de ella, pero esa normalidad comenzaría a derrumbarse ante sus ojos, dejando en su lugar la realidad. Muchos afirmaban que los hermanos eran esos mejores amigos con los cuales se tenía la dicha de compartir un lazo sanguíneo, sin embargo, Sakura descubrirá que había crecido con el enemigo bajo su propio techo.
Las heridas se abrirán, los demonios despertarán, removiendo aún más sus cimientos al punto de cuestionarse así misma. ¿Quién era en verdad? ¿Realmente había estado viviendo? Pero la llegada de una persona dispuesta a transitar con ella el camino del autodescubrimiento, le permitirá a Sakura conocer al fin la asombrosa mujer que se ocultaba tras sus pétalos marchitos, al punto de preguntarle: ¿Por qué tardaste tanto?
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.