Los charcos de sangre que Taehyung pisotea cada día no son suficientes, necesita algo más que un juguete de una sola noche. Jungkook es ese juguete, el cual es llevado desafortunadamente a la mansión de Taehyung, un desgraciado y un millonario. En la sala de Taehyung la carne humana abunda y hasta es devorada por varios de sus invitados, pero sus gustos no solo se limitan a eso, debajo de su cada hay algo mucho peor, y ahí es el primer lugar a donde va a parar Jungkook, el lugar que lo volverá loco, que le quitará todo derecho a ser llamado un ser humano.