"Dicen que el destino está en manos de Dios... pero el mío fue entregado al Diablo."
Elizabeth Rey es una mujer fuerte, inteligente y dueña de su propio imperio. Su vida está trazada por la lógica, el control y las decisiones firmes... hasta que los sueños comienzan a perseguirla. Sueños de fuego, de escaleras infinitas, de ojos rojos que la miran desde las sombras.
Dios le mostró la verdad. Le presentó a Lucifer.
Y desde entonces, nada volvió a ser igual.
Atrapada entre el cielo que la llama y el infierno que la reclama, Elizabeth descubre que su destino fue escrito antes de su nacimiento. Ahora, su corazón se divide entre la razón y el deseo, entre el amor más puro y el abismo más oscuro.
¿Puede una mujer amar al Diablo sin perder el alma en el intento?
¿Y si su historia de amor fue la pieza clave en la guerra eterna entre la luz y las sombras?
⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
Esta historia contiene temas sensibles: creencias, religión, blasfemia y demonología en fases menores.
Mi intención no es ofender en ningún momento.
La historia de Dios y Lucifer aquí no sigue las bases tradicionales, pues ha sido reinterpretada completamente.
Aclaro que solo es ficción.
Si no toleras estos temas, te recomiendo no leer.
Sin embargo, si decides hacerlo, es bajo tu propio criterio y responsabilidad.
No me hago responsable de la interpretación que pueda darse a esta obra.
Es una historia creada por una católica, desde el respeto, la imaginación y la libertad creativa.
Sin más...
Bienvenidos a La Boda del Diablo.
-No llores angel, ¿Quien te ha hecho tanto daño? -dice desde la sombras, la luz se ha apagado con el llanto del ángel.
-Aquel demonio -señala limpiando sus lágrimas-. Lo siento, debí tener más cuidado.
-El es quien debería tener más cuidado.
La sonrisa del diablo se ensancha, sabe que no hay nada que pueda impedir que lo haga sufrir, que torture a quien daño el ala de su ángel, quien astillo su dulce corazón.
No hagas llorar al ángel, no querrás obligar al diablo a salir del averno para ver la sonrisa de aquel angel que lo atormenta en sus sueños.
No querrán ver cómo los hace sufrir por separarlo de quién mantenía con luz el averno, que mantenía en cautiverio a la bestia.
El destino nos depara cosas inciertas, el camino puede ser largo y espinazo. Ten cuidado cuando hagas tropezar al ángel que te sigue y lo hagas llorar no querrás ver la venganza que tiene el diablo preparada para ti.