Samantha no ha tenido una vida fácil. Abandonada por sus padres cuando tenía 7años, siempre ha vivido en el monasterio católico de Linne (Gales). Una infancia dura ha hecho que tenga el corazón de piedra y carecer de sentimientos hacia las personas. Samantha escapa de la cárcel que supone para ella Linne, cogiendo un autobús a ninguna parte. El destino y el poco dinero que pudo reunir robando aquí y allá, la llevan a París donde acabará siendo la Escort mejor pagada de Francia.