Amor se escribe con H

Olivia creía que lo peor que le podía pasar era que su padre le obligase a pasar el verano con su madre y su nuevo marido millonario, pero aquel verano tenía más sorpresas que no iban a ser demasiado agradables.
Volver a ver a Harry, el primo de su mejor amiga y su mayor tormento, con quien había pasado todos los veranos desde que tenía diez años, iba a ser mucho más complicado de lo que creía.
Él seguía igual de guapo, con sus imponentes ojos celestes y su cabellera oscura, que combinados con su irresistible sonrisa con hoyuelos hacía que todas las chicas cayesen rendidas a sus pies. Pero Olivia no era como el resto de chicas. Ella le plantaba cara, le retaba, e incluso le tiraba a la cabeza lo que tuviese a mano, pero sobre todo, le hacía reír.
Aquel verano iba a ser completamente diferente para ambos y lo sabían, pero de lo que no tenían ni idea era hasta qué punto.