Anastasia Steele ya había soñado con aquellos ojos grises durante toda su vida. Pero lo que jamas pensó era que lo que fuera un sueño adolescente se convertiría en su cuento de princesas hecho realidad. Christian Grey sabía que tenía su destino escrito desde que nació. Cuando llegara el día tendría que asumir el trono y por lo tanto tenía que prepararse para ello. Durante mucho tiempo había renunciado a lo que era la vida normal de un chico de su edad. Pero ahora iba a ser rey, y o bien lo era bajo sus normas, o no lo sería. Por fin podría buscar lo que tanto había querido tener durante mucho tiempo. Aquellos ojos azules lo perseguían adónde fuera y jamas había dejado de pensar en ella ni un solo momento. En esta historia los pajarillos no hablan pero sí son molestos, la princesa no es la que limpia la casa, pero sí está llena de hollín, el zapato no es de cristal, pero sí una botas bien calentitas y cómodas. Y aún así tenemos la historia de amor más bonita y romántica que podáis encontrar. Espero que os guste.