De un amor eufórico a la depresión más grande, terror y psicodelia dentro de mi habitación. Objetos que se mueven y hielan mis huesos , pero que al parecer no están ahí, igual que mi amor. Los psicodélicos y el autoflagelo fueron mis únicos acompañantes durante un episodio de mi vida que quisiera olvidar, y mi psique dañada con colores vibrantes y sensaciones escalofriantes no puede aunque intente.