Él tocó el cielo en su propio infierno. Aprendió a ver sus rejas como sus únicos muros salvavidas. Sus ojos oscuros y vacíos gritan por más, más para él, solo para él y para nadie más. Nada importa mientras él sea el único beneficiado en cualquier asunto o juego. ¿Por qué huir?. Por qué hacerlo cuando puedes aprender a vivir con tus miedos. Por qué taparse los oídos cuando puedes gritar con ellos. - Historia 100/100 mía. - No se permiten adaptaciones ni copias.
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