Sentada en un diario de motas de polvo me propongo escribir lo que serían estas notas al margen, Annik me dicen las ruinas de las páginas amontonadas, los libreros que he visitado en la Biblioteca, aquellas flores de la primavera rotas en el primer contraluz del sol veraniego, aquel jarrón destruido de aquella casa solariega, de ese apartamento nocturno belga, en el que a la luz de las velas leía aquel muchacho de ojos azules, acompañado de otra muchacha de cabello negro como el ónix, que captó mi atención, estaba sentada leyendo un libro, como yo, o al menos simulando que lo hacía. Ambos tenían mareas en los ojos, algo que no había visto en nadie, parecían la misma persona, aunque eran más bien diferentes. Nunca pregunté qué eran, si amantes, o si ambos provenían de geografías diferentes, un rostro galo, y aquel pelo de figura oriental. Mis manos se paralizaron, y no pude concentrarme más en aquel libro, en aquella noche, tan partida. Mi tren salía en dos horas, y yo seguía ahí, con el libro bailando entre mis manos mirando a los ojos azules del chico, y a esa mirada de Cleopatra. Sí, soy, Annik, y estas son mis notas al margen.
Copyright Annik december 2020.
«Cuando viste el potencial que tenía de convertirme en sol, quisiste convencerme de que era el cerillo más bonito que habías visto»
SINOPSIS
Ella era un alma libre, una sirena con ansias de conquistar los océanos. Él parecía el hombre perfecto, pero guardaba un secreto: quería convertirla en sardina y mantenerla cautiva en una pecera.
¿Cómo volver a nadar contracorriente, si la convencieron de que su vida debe ser tras los cristales?
¿Cómo volver a mirarse al espejo, si en el reflejo ya no se ve a sí misma?
Dime, ¿Cómo se encuentra el olvido?
365 cartas fueron la respuesta que Danny encontró para dejar atrás a Narciso.
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