La razón de la existencia misma siempre será un misterio para ciertos individuos. Especialmente, para aquellos en los que su percepción ha sido distorsinada y han optado por existir en un plano vacío; sin motivaciones, metas ni plenitud. Ser parte de esta filosofía por cuenta propia muchas veces es la causa de incompetencia para formar vínculos sociales, condenándote a transitar vagamente por las vías de la vida; sin compañía. Cuando las circunstancias conspiran y esta clase de personas se unen, ocurren hechos, en su mayoría, sádicos, deprimentes y amargos. Si es que el destino así lo quisiese, esta podría ser la única forma en la que estas almas podrían llegar a hallar la forma de ser felices y crearse alguna que otra moraleja sobre sus actos.