Es difícil, saber que nunca podrás mostrar tu amor por ese alguien sin ver las miradas de asco y rechazo a tu alrededor...me despreciaba a mi misma por poseer sentimientos y deseos tan indecorosos, pero con el tiempo me dí cuenta de que el tiempo pasa, las relaciones y las personas cambiando, y cuando menos te lo esperas...te enamoras.
Y se que sigue sin estar bien amarle, que no debería gustarme alguien como él, sin embargo, cuando mis manos se enredan en sus cabellos rebeldes y esos ojos avellana suyos me miran apasionados mientras pronuncia mi nombre, parece que no hay nada de que preocuparse, porque solo existimos nosotros en este mundo.
Entonces, me dí cuenta de que no había marcha atrás, estoy atrapada en este amor prohibido de sabor agridulce, sin posibilidad alguna de escapar.
Mientras el viento susurra nuestros nombres, en este jardín secreto ,con las estrellas como testigos, cada noche disfrutamos nuestro amor ilícito.
Y entonces, cuando la mágia acaba y es momento de volver a la realidad, yo, Jane Elizabeth De Villiers, sueño con el día en que pueda decir sin temor que amo a Christopher De Villiers, mi amado hermanastro.
Una historia diferente, una heroína cuya vida está definida por las palabras del autor y un personaje secundario que solo existía para realzar el poder del protagonista masculino.
Jane, una niña que reencarnó como la heroína, Cristopher, el extra sin importancia, hermanastros...¿Podrán ser felices juntos fuera de su jardín secreto
Lin Yi, un trabajador de oficina muy trabajador, murió una noche por exceso de trabajo. Cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró en el cuerpo de un personaje que había sido carne de cañón y que había sido casado con un magnate como parte de una alianza comercial entre dos familias adineradas.
En este matrimonio, Lin Yi era prácticamente invisible. Su dominante marido nunca volvía a casa, dejándole sólo una asignación mensual de cinco millones de yuanes.
Lin Yi: ¡Qué buena oferta! ¡Es hora de vivir la vida como un adicto al sofá!
Aparte de eso, Lin Yi también tenía un hijastro llamado Huo Mianmian, un niño de tres años que era pequeño, suave y hermosamente refinado. Sin embargo, el niño generalmente era muy tranquilo y cauteloso con los demás, no se acercaba fácilmente a nadie.
Lin Yi no tenía que preocuparse por criar al niño, disfrutaba de su nueva libertad, su única preocupación era cómo gastar su dinero.
Cuando estaba feliz, compraba un inmueble comercial; cuando no estaba feliz, un coche deportivo...