Segundo semestre de la Facultad de Música, y ya odiaba al profesor Michelson. Beak Jung no dejaba de tocarme las narices con tener otro conejo, y Jimin siempre se quejaba de la mala comida de la facultad. Yo por mi parte, no paraba de pensar que aún no tenía mi móvil de vuelta. Y apenas iba a conocer a la extraña. Azami. Ambos con vidas muy distintas. Problemas personales muy distintos. Tal vez ninguno esté limpio, que si de algo sirvió conocernos, fue hacernos la vida un poco menos complicada. (...)
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