(...) "No comprendo como se mata al hambre comiendo, y el sueño en la cama y la sed con el agua. Y el deseo -este que me acapara cuando veo tus manos- debe ser archivado en el cajón mas sucio del cerebro" Ana María Rodas, 1973. Harry Harrison es un contador con una vida monótona e insulsa, que solo se mueve en base a ordenes de un superior y por sus dos hijos, mientras que su esposa es igual de insulsa que su vida y tan amarga como el olor a tabaco que la envuelve.