-Siento que el tiempo ya no tiene valor. -¿Alguna vez lo ha tenido?-Jarred dejó que su aliento resbalara por mi cara arrancándome una lágrima que se encargó de borrar con un beso. -Sí, porque tú ya no estás... -Y se contuvo. Jarred dejó incluso de respirar para observarme como si fuera la perfección infinita. Pero en su mirada había algo más que un amor desmedido. Algo que no alcancé a entender. De pronto fui consciente de que había demasiados secretos entre los dos en ese momento, y no estaba segura de si los soportaría cuando llegara el momento de desvelarlos. Acarició mi mejilla hasta llegar a la comisura de mis labios. -Ángel... -susurró y me desgarró el alma-. No sabes cuánto frío hace allí arriba sin ti. Me abracé a él con fuerza. -Pues llévame contigo.Todos los derechos reservados
1 parte