Aprender a gobernar

Ellos realmente no quieren las vidas que tienen, darían lo que fuera para poder cambiar las cosas, pero lamentablemente no pueden cambiarlas, y deben acostumbrarse ellas.

Astrid siempre soñó con ser reina, gobernar, ser poderosa. Pero no puede porque es mujer. El único rey de Ignis será su hermano, y ella tendrá que aprender a vivir con eso.

Nathan nunca quiso ser rey. Lo único que siempre quiso fue una familia amorosa y una vida sin preocupaciones, pero está obligado a ser rey y tendrá que aprender a vivir con eso.

Pero todas sus preocupaciones se ven opacadas por un problema mayor: los pueblos de los seis reinos están furiosos, y los príncipes mayores de todos los pueblos se verán obligados a huir si quieren seguir con vida.