Existe la leyenda de que al inicio de todo se nos condenó a los humanos a vivir sin su otra mitad, a vagar por el mundo sintiendo el vacío de no tenerla. Recuerdo que mi abuela, una pintora muy talentosa, decía que por años plasmo en distintos recuadros la imagen de mi abuelo sin siquiera conocerlo, para ella no era mas que un personaje ficticio creado por su mente, hasta que lo vio por mi primera vez, según su relato, ella se encontraba comprando unas flores para adornar su casa, cuando a su lado apareció un hombre con el mismo objetivo de comprar unas flores para pedir matrimonio a la que creía su amada, pero en cuanto sus miradas se cruzaron, no hizo falta decir más, ambos lo sabían, habían nacido para estar juntos y sin perder mas tiempo comenzaron su historia, una historia que estaba destinada a ser vivida.
Siempre creí que aquel relato no era más que una fantasía creada por ella a partir del amor que sentía por mi abuelo. Hasta que me sucedió.