En aquella mansión abandonada, la cual portaba el título de estar embrujada, en aquel jardín iluminado por los faroles y la luna, a la 12ava campanada de medianoche, fue cuando la conocí, su hermoso baile y su aura misteriosa me intrigaron, una hora fue suficiente para que deseara volver a la noche siguiente y las que sean necesarias para poder hablar con ella y conocerla, aquella bailarina se volvió mi confidente, mi amiga y mi primer amor, ella era mi amada bailarina de medianoche
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