Lo sostuve por un momento antes de desbloquearlo y conectarme en la única aplicación que había descargado. Ya había entendido cómo funcionaba esa red de comunicaciones, aunque me dio ciertos problemas al principio. Leí los tres nombres que le aparecían en la pantalla, decidiendo a quién llamaría esa noche. La decisión no era tan difícil, pero llevaba meses sin saber de él.