--Te amo Stiles, siempre lo he estado, desde la primera vez que te vi hace más de doce años-- Gritó en pleno ataque de ira, se sentía impotente, se sentía terrible.
Las gotas de lluvia que le mojaba la ropa empezaron a caer más rápido, empapando en su totalidad al lobo. En plena oscuridad se lamentaba, no quería sentir amor ni cualquier otro sentimiento, sólo quería desaparecer y dejar de sentir.
Calló de rodillas llorando, golpeaba el lodoso barro con sus manos hechas puños, sus garras salían y le lastimaban, pero ese dolor era nulo comparado con el de su pecho, con el de su corazón.
No se percató de que la persona que le había roto el corazón le miraba desde la oscuridad del bosque, asustado por el actuar del moreno.