A diferencia de otras mujeres de su edad, Anna se las había arreglado para elegir marido. El hombre que había elegido era serio, rígido a su moral, pero también honesto incluso hasta el extremo. Estos rasgos fueron los que le hicieron aceptar el matrimonio. "Vaya, eres demasiado alto", había reflexionado, "si alguna vez te besara, tendría que estirar los dedos de los pies". En respuesta a eso, se inclinó y la besó. Cuando se separaron, ella le sonrió dulcemente. "No te pongas de mal humor, querido, solo te verás más serio si lo haces". Y entonces trató de darle una sonrisa, que a su vez se parecía más a una mueca, "Es un honor estar unido a ti". le había dicho. Ella le dio un ligero golpecito en el pecho para hacerle saber que tenía los mismos sentimientos. Poco sabía él que ella ya lo había conocido antes ... En otro momento ... En un mundo lleno de rascacielos.
27 parts