Christophe sentía algo por Gregory, pero había descubierto tarde su sentir y ello le condenó a tener que ver al amor de su vida con otra persona; Damien Thorne. Ahora debe cargar con el dolor de ver a estos dos juntos mientras las raíces de ese agrio amor comienzan a crecer de manera peligrosa dentro suyo, infestando cada parte de su ser y atrayéndole la muerte. No había esperanzas. Moriría solo como siempre creyó que lo haría, pero aun así su corazón mantenía la fantasía de ser correspondido, una idea que a cada día que pasaba moría un poo mas junto a él. ❝¿Por qué me haces esto Dios? ¿Tanta necesidad ves de castigar mi sucia alma pecadora?❞ No recibió ninguna respuesta a sus dudas, como siempre. El único sonido que recibió como contestación fue el suyo propio, tosiendo en busca de aliento. Estaba condenado y lo sabía. Moriría por amor.