La vida es tan corta que si alguien le hubiera dicho a mi yo de 5 años esa realidad, seguro no hubiera desperdiciado ni un solo momento de mi infancia. Y si alguien me lo hubiera recordado dicho a los 17, no hubiera perdido el tiempo siendo cobarde contigo. Pero eso ya no importa ahora, el pasado no es algo que podamos cambiar y en realidad nadie debería sentirse frustrado por no poder hacerlo, después de todo, no seriamos, ni pensaríamos de la forma en la que lo hacemos si las cosas no hubieran sido como fueron. Es hora de avanzar... lo necesito y para hacerlo tengo que soltar. Aunque escribo sobre ti, no significa que este pedazo de papel llegará a tus manos, así que supongo que, después de todo es para mi; para darle un digno cierre a mi autodestrucción.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.