Se acerca poco a poco a mí mientras nos recuperamos de nuestro ataque de risa, nuestras miradas se desvían a nuestros labios y noto una electricidad que recorre mi cuerpo cuando su mano acaricia mi cintura, no puedo evitar que un ligero jadeo salga de mi boca lo que provoca una sonrisa de su parte
CRIS: Á-Álex... estoy... casada
Álex: Pero tú ya no lo quieres
Dice antes de que sus labios acaricien los míos y se fundan en un beso que no es lujurioso ni nada por el estilo, si no que es un beso lleno de ternura, lame mi labio y yo doy paso a su lengua que en cuanto conoce a la mía se hacen buenas amigas
Andamos lentamente hasta que la parte posterior de mis piernas chocan contra la cama, nos separamos lo justo para que pueda quitar su camisa de mi vista y él hizo lo mismo con la mía, dejándome expuesta ante su mirada, observó los hematomas que ya estaban apunto de desaparecer de mi cuerpo antes de acariciarme (gemí), me arrastró suavemente con él hasta caer a la cama
Álex: prometo tener cuidado Cris... Te amo
Dice y antes de que emita palabra alguna, sella su promesa con un beso que me hizo extremecer y gemir en su boca, nuestras lenguas bailaban juntas a compás como si se conociesen desde siempre, esa noche, con cada caricia, con cada palabra que salía de su boca y con cada mirada que me daba, borró todo rastro que quedaba de mi marido, ya Fernando nunca más podría hacerme daño... ¿O sí?...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.