9 parts Ongoing Los humanos son en su mayoría enclenques, incapaces, tontos, soberbios, egoístas; ejemplos existen y existieron mil, Uchiha Madara es el mejor de todos ellos.
Sin embargo existen otros hombres: tontos, humildes e inocentes, que suelen siempre teorizar utopías, como Hashirama Senju.
En mis más de diez mil años había visto civilizaciones caer en decenas, unas duraban más, otras menos, pero algo era seguro, la misma fórmula siempre se repetía, y se repetiría igual con las llamadas aldeas shinobi, solo era cuestión de tiempo. Un gran hombre llenaba al mundo de esperanza y a su muerte sus sueños eran pisados por hombres ambiciosos, pronto otra idea surgía y derrochaba a la anterior corrompida e incapaz de defenderse.
La única solución a tales ciclos de odio era: el poder. Pensé que Hashirama conseguiría dicha paz, pero fue demasiado inocente, nos repartió en vez de eliminar a sus competidores.
Tras casi noventa años sellado, me encontré en un niño que representó perfectamente esa idea del hombre formulador.
En esta ocasión, decidí que quizá merecía la pena ver y quizás interactuar de primera mano con uno de estos seres.
Prestad atención porque os voy a contar la historia de Naruto Uzumaki Namikaze.