Tiempo atrás, Ámber fue una chica común, llena de ilusiones y deseos, pero ya no lo recuerda. Solo puede pensar en el dolor que le causaron las personas, quienes se suponía debían cuidarla. Cuando su doctor le aconsejó romper el silencio y escribir en un diario todo lo que le pasó, ella se liberó. Nadie imaginaba lo que había detrás de la flaca: aquella mujer desaliñada y triste. Nota: Esta historia nació de mi investigación para ayudar a una sobreviviente de abuso sexual, tras aprender más, descubrí que no es un caso aislado, por lo que quise evidenciar de alguna forma lo difícil que puede ser guardar silencio.