Samantha fue presionada a tomar una decisión y esta le costo perder a su gran amor, Daniel. Tres años más tarde y como si el destino se estuviese burlando de ellos, los pondrá cara a cara nuevamente, pero ¿Son 3 años suficientes para dejar de amar a alguien? o peor aún ¿Son 3 años suficientes para dejar de odiar a esa persona que te rompió el corazón? Prohibida la copia de la copia parcial o completa de este libro.