Nada es lo que parece.

-¡Déjame en paz!- gritó Marie desesperada entre sollozos mientras intentaba que su mano no temblara con el cuchillo y se fuera a lastimar por accidente.

-Suelta eso Victoria, ambos sabemos que eso no es lo que quieres y que de todos modos no funcionará para protegerte, incluso te perseguiré en tus pesadillas- la amenazó.

-¡Marie! ¡Mi nombre es Marie! ¡Yo no soy tu amada Victoria!- le gritó como tantas veces lo había hecho desde que lo conoció.

-Victoria... por favor vida mía, ven conmigo, sabes que yo te cuidaré, yo te puedo hacer feliz...

-¡Déjame en paz psicópata! ¡No eres más que un loco obsesionado por una muerta!- chilló incontrolablemente mientras sus lágrimas salían irremediablemente apanicadas.-Por favor... te lo suplico, déjame libre, déjame vivir tranquila- le rogó mientras se desplomaba.

Él se le acercó y la tomó del cabello, obligándolo a verlo.

-Si no eres mía, no serás de nadie ¿escuchaste bien?- gruñó con una mirada fiera mientras las lágrimas de Marie recorrían sus mejillas incontrolablemente

Sigue a Marie en su pesadilla, su historia de amor, su historia de odio. pero sobre todo, en su vida... que probablemente termine pronto.