Nunca tuve la valentía de decirte todo lo que pasaba por mí cabeza.
Que suerte que al menos pude escribirlas.
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Simplemente, son varias cartas de amor, jamás entregadas.
Hay palabras, sentimientos, ideas, pensamientos que no se pueden seguir guardando, tú eres mi motivo, razón de mi soledad, del amor y de mi sufrimiento.