Un arma milenaria sedienta de sangre fue robada de las fuerzas noxianas a manos de un aprendiz de las sombras. El Darkin dentro de la hoja acabaría con su nuevo portador, torturando su frágil mente hasta adueñarse de su cuerpo, o ese era el plan desde el inicio.
Shieda Kayn no era una persona frágil en ningún sentido, su mente era un desafío para Rhaast, y entre más avanzaban los días, más difícil se volvía intentar tener control sobre él. Una barrera de color azulado impidiendo que tomara control del cuerpo, pero, así como el chico se fortalecía, ambos comenzaban a acostumbrarse al color del otro.
Un inmenso y tranquilo mar azul rozando las turbias aguas de color rojizo, ¿alguno terminará controlando al final o se quedarán mirando la mezcla perfecta entre sus colores?