¿Alguna vez han imaginado lo que siente un fantasma al vagar solitario por los recónditos más oscuros de las calles vacias, por los montes o por los desabridos cementerios, les resulta escalofriante imaginarlo o les conmociona?
Los fantasmas son seres que habitan en silencio nuestras plazas, en casas antiguas o incluso un lugar que denota algo de misterios y no sabemos por qué.
Son seres sufrientes, almas en penas y en raras ocasiones resultan peligrosos, los seres vivos son de los que debemos protegernos. Los entes espirituales están en constante búsqueda, algunos necesitan ser perdonados o una nueva oportunidad y otros simplemente no logran entender que cuando uno muere debe aceptar que aquellos sueños que alguna vez tuvieron quedaron atrás ya no les pertenece y en cuánto esto sucede, ellos abandonan la tierra, cruzan el túnel al final de la luz y duermen en paz.
¿Pueden imaginarse siquiera que los Fantasmas existen? Si es asi no están muy lejos de la realidad.
Mi nombre es Emily, tengo 20 años cumplidos, resido en una pequeña ciudad llamada Nueva O'leary. Meses atrás fui de visita en el campo a casa de mis abuelos, me recibieron con los brazos abiertos, muchos regalos y buenísimos libros que disfrutaba leyendo al aire libre en la hamaca o me aventuraba al inmenso monte de Sol Naciente, dónde comenzó toda esta historia.
Me tienen paciencia antes debo tomar una gran bocanada de aire para contar esta increible historia que no por eso deja de ser verdadero. Si sé, resulta bastante dificil de digerir pero comencemos por el principio, que es cómo todas las buenas historias comienzan...