Hay veces, que la vida no te da lo que quieres. Puede enamorarte. Puede torturarte. O, como en mi caso... Puede hacerte sufrir las dos. Todavía lo siento, el dolor. Y se que siempre seguirá. Pase lo que pase. Pero, puedo soportarlo. Porque el dolor es un recordatorio de todo lo que viví a tu lado. Nunca te olvidare. Nunca te dejaré de sentir. Nunca te dejare de amar. Mi Rosa Negra...