El domador de dragones

Un bebé fue encontrado por el rey Laur Strong oculto en una cesta a orillas del río Ravenger, sin ropa, comida y dinero. El soberano, al no ver a alguien que lo asista, y sin saber quiénes eran sus padres, decidió llevarlo al palacio para criarlo como si fuera su hijo, y como tampoco sabía su nombre, decidió inventarselo uno él mismo, lo llamó: Arguell Strong.

A sus cinco años, el niño había demostrado un vínculo especial con los dragones del reino, cosa que extraño mucho a Laur, ya que dichas criaturas, no eran muy amistosas que digamos. Un día, alguien tocó la puerta del palacio, y al abrir, el rey se llevó una gran sorpresa: era Gemíl "El Sabio", y después de presentarse, él preguntó por el pequeño Arguell, y después de verlo jugando con un pequeño caballo de madera, se sentó en uno de los grandes sillones que te tenía cerca y le contó al rey la verdadera historia de la muerte de los padres de Arguell. Laur, al escucharla quedó impactado, y sólo cuando el niño cumplió trece años él le relató la historia de su pasado. Arguell, quedó muy enfadado y rencoroso con los dragones, y el rey, al ver el odio que emanaba de su hijo, expulsó a todos los dragones de sus tierras. Y ni ellos ni Gemíl volvieron a aparecer. Sólo cuando Arguell cumplió treinta años, y la oscuridad estaba a punto de reinar los seis reinos, el famoso hechicero volvió, con una propuesta muy interesante para él.

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