- No puedo seguir así, Lisa - sus ojos transmitían el dolor que le causaba hacer esto - No puedo seguir amando a alguien que no quiere amar. - Nadie te está pidiendo que lo hagas - dijo con indiferencia. - Tienes razón, Lalisa, nadie me pidió que te amara y aún así aquí estoy yo pidiéndote que me ames de regreso.