De repente, escucho el sonido de unas llantas chirriar y visualizo al motorista aumentando su velocidad, dirigiéndose justo al lugar al que estoy yo parada. Su velocidad se triplica y yo, al ver que va directo a mí, intento manejar fuera de su alcance, pero es demasiado tarde. Instantes después, todo se vuelve negro. #70 juvenil, #314 adolescentes