Alma bebé Un ejemplo típico de sociedad bebé funciona como relojito: el domingo vamos a misa, los hombres al fútbol, las mujeres a tejer y bordar, el hombre trabaja largas horas y la mujer cuida a los niños, etc. Halla peligroso el ambiente y busca protección de las almas más avanzadas. Busca autoridades que le indiquen qué hacer y cómo proceder, que le pongan reglas claras. Como los niños pequeños, requieren de estructura. La tradición, los rituales y la ley les proveen de un sentido subyacente de seguridad. Las almas bebé tienden a ser muy firmes en sus creencias y si los confrontan, se confunden y reaccionan hostilmente. Pueden pelear y matar por sus creencias (las cruzadas, la inquisición, las misiones). Son ciudadanos responsables y líderes de la comunidad. Se resisten al cambio. Como le otorgan a la autoridad la última palabra, carecen de pensamiento original (juicio propio) y creen en la dicotomía (el bien contra el mal). Para ellos sólo hay una manera correcta de ser y hacer. Su sexualidad les incomoda, sienten culpa y vergüenza. Tienen poca visión de sus propias vidas, no perciben que sus pensamientos, sentimientos y actitudes les causan problemas psicológicos. Si experimentan dificultades emocionales tienden a somatizar. Prefieren operarse y que les quiten el problema en vez de verlo de manera alternativa. Tienden a ser obsesivos con los gérmenes y la limpieza. Ven el medio ambiente como “fuera de mí” y potencialmente peligroso.
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